viernes, 26 de junio de 2009

LA FIEBRE DEL BUITRE

Más peligrosa que la ya famosa gripe porcina (A H1n1)

Que irónicas resultan nuestras leyes, constantemente nos quejamos por la cantidad de buitres (vigilantes de tránsito) que merodean la ciudad, en busca de algún conductor desprevenido, no para citarlo como estipula la ley, sino más bien, para “arreglar” su bolsillo (o sea, el del buitre), ahora resulta que tienen más oportunidades de robo que antes, pudiendo sancionar a cualquier transeúnte con el 5% de la remuneración básica unificada ($ 10,90), sin lugar a objeciones, deberás presentar tu cédula o identificación, en caso de no tenerla, podrán detenerte y privar de tú libertad, hasta que alguien llegue con tu documento y si por mala suerte no existe nadie que pueda ayudarte, entonces serás retenido, quien sabe por cuanto tiempo, de todas formas, nadie dirá nada (al menos en Guayaquil) y agilitamos el negocio de la cárcel, ya sabes… pagar por colchón, pagar al caporal, pagar al juez, pagar y pagar!

Es que estos buitres están en su apogeo, siempre encuentran una buena excusa, si es que andan 2 en moto ¡podrías ser un sicario!, hay que detenerte ¿y si no lo eres…?, puedes irte, no sin antes aflojarle unos cuantos dólares para el buche del buitre…. ¿Qué tal si tú vehículo tiene vidrios ahumados?, )¡¡¡podrías ser un delincuente!!!, hay que detenerte, y …bueno, en caso de no serlo, no debes olvidar aflojar alguno que otro “dolarín” para el esmerado “buitrecin”! Y así, transcurren los días en nuestra querida y obediente ciudad, no en vano, somos la capital del “manso Guayas”.

No basta con los choros en busetas y calles, o choferes violentos que aplastan peatones, huyendo sin que nadie los encuentre, y eso que la comisión de tránsito cuenta con un departamento de “inteligencia”, habría que evaluar que tan inteligentes son… la resulta, es que nunca encuentran al chofer asesino y los peatones siguen con miedo, mirando para todos lados, porque si no es el delincuente común, es el delincuente de uniforme que acecha, a pesar de que todos sabemos o percibimos el nivel de corrupción con el que desempeñan su autoridad, ahora debemos respetarlos ciegamente, porque llevan uniforme y ley es ley, o la cumples o vas preso, aquí nadie te pregunta, solo obedeces… y acostumbrados a una ley aplicada por corruptos, vivimos el día, presos del miedo; Invirtiendo nuestro dinero en campañas de prevención, en gasolina y motos para vigilar con mayor eficacia: vehículos y ahora peatones, buses estacionados listos para movilizar ciudadanos infractores, cámaras ojos de águila, policía de civil, ¡cuánto control, y seguimos igual, seguimos igual de callados, igual de obedientes, aplaudiendo al alcalde y mirando televisión para enterarnos de alguna nueva regla por cumplir.

Por mi lado ningún buitre (Fifiriche u obeso) me va a multar, yo sé correr y también se insultar, no necesito buitres, “velando” por mi seguridad.

A continuación, un ejemplo de un buitre en ejercicio de sus funciones: